La higiene en el lugar de trabajo es un factor muy importante que no debes descuidar nunca, porque de él va a depender la imagen que proyecte tu empresa, y la opinión que de ella tengan los propios trabajadores, clientes y proveedores que pasen a verte o frecuenten tus instalaciones a diario.

Pero si la limpieza de estancias como oficinas, despachos, superficies de paso o almacenes debe ser prioritaria, aún debe serlo más la de los aseos, por la cantidad de gérmenes, bacterias y malos olores que pueden generarse y acumularse en ellos. Espacios que, mal mantenidos y con escasa o nula higiene, provocarían un rechazo inmediato no sólo por parte de tu personal, sino también por el de tus clientes, a los que probablemente ahuyentarías para siempre.

Así que, si quieres hacer las cosas bien, empieza por mantener limpio y en condiciones tu negocio, porque será la carta de presentación que provocará reacciones positivas, generará confianza y, sobre todo, buenas sensaciones que inviten a tus clientes a volver a visitarte. Indirectamente les estarás diciendo “tu bienestar me importa y es prioritario para mí.”

un producto bactericida provoca la muerte de las bacterias de manera irreversible.

Tanto en un caso como en el otro, su correcto uso asegura que los inodoros y urinarios de los aseos se mantengan limpios, libres de olores y desinfectados en todo momento, evitando posibles infecciones y la proliferación incontrolada de gérmenes, hongos y bacterias que deriven en un problema grave de salud.